DF Conexión a China | Chile como polo frutícola para el mercado chino
Sofía Boza Facultad de Ciencias Agronómicas e Instituto de Estudios Internacionales, U. de Chile
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Sofía Boza
Desde 2018, China superó a Estados Unidos como el principal importador de productos silvícolas y agropecuarios chilenos. De hecho, Chile ha sido reconocido por China como un potencial hub (o polo) de alimentos en América Latina. El gigante asiático se da cuenta de que para poder abastecer la demanda de su mercado en expansión, y garantizar con ello la seguridad alimentaria de su población, requiere insertarse fuertemente en los mercados internacionales.
Dentro de los productos chilenos más exportados a China destaca la fruta fresca, con un especialmente notorio boom de las cerezas. Su color rojo, considerado de buen augurio, así como la capacidad de llegar justo para el Año Nuevo chino han sido claves para este desarrollo. Se estima que en la temporada 2018-2019 casi el 90% de las cerezas cosechadas en Chile se enviaron a China. Las uvas, ciruelas y arándanos también han experimentado una expansión relevante.
Muy recientemente, a mediados de julio, se firmó un Memorando de Entendimiento entre la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (ASOEX) y la Cámara de Comercio de China para la importación y exportación de alimentos (CCCFNA), el cual afianza las relaciones comerciales entre ambas partes. Este importante acuerdo busca ampliar el intercambio de tecnología, experiencia técnica, información estadística y regulatoria, así como la promoción publicitaria y las visitas cruzadas. El fomento a la cooperación técnica está muy presente en la cultura política china, sobre todo con países y en temas donde existen complementariedades, como es el caso.
La fruticultura chilena ha estado atenta para sacar partido de estas oportunidades. En ello, incluso podemos remontarnos décadas atrás, con la instalación en 1999 de la Granja Experimental Chilena en Tianjin (próximo a Beijing), a partir de la cooperación entre los Ministerios de Agricultura chileno y chino, junto con Fedefruta. La Granja, aún en funcionamiento, tiene 20 hectáreas con huertos demostrativos de frutales y alberga el Pabellón de Chile de la Expo Shanghai 2010.
Por tanto, existe un clima propicio y un interés notorio en posicionar a Chile como un proveedor prioritario de fruta para China, así como se están concretando propuestas de cooperación con un previsible impacto positivo. Sin embargo, se trata de una relación que está expuesta a distintos retos e incertidumbres. La más inmediata tiene que ver con los efectos del Covid-19 en los flujos comerciales, entre otros, debido a los posibles problemas logísticos en relación con el envío e ingreso de mercancías. De hecho, entre enero y marzo de 2020 el valor de la exportación de fruta de Chile a China disminuyó en casi un 20% respecto a 2019.
La cooperación técnica va a tener un papel muy relevante para poder lograr una mejor adaptación a este nuevo escenario, por ejemplo, avanzando conjuntamente en la búsqueda de opciones para exportar la fruta bajo modalidades que amplíen la postcosecha. Por suerte, es evidente que hay un terreno fértil para colaborar.